Con esta receta sencilla y saludable de risotto de quinoa plant-based, seguimos sumando buenas opciones para que nuestra alimentación sea un auspicio para vivir mejor y disfrutar más.
A mi personalmente, me encanta el detalle de los hongos. ¡En mi casa es raro el día que no consumamos champiñones, hongos chilenos, shiitake o alguna otra variedad disponible.
Grandes y chicos se deleitarán con una pizza integral.
Y ni hablar de una cubierta vegetal. ¡Porqué con el queso me pongo muy serio y hasta con el dedito levantado en señal de advertencia!.
¡Hay que animarse e innovar! ¡Y ojo! Así como con los panificados, las bases de pizza y tartas perfectamente pueden hacerse sin harinas, recurriendo al grano integral procesado.
Uno de los inconvenientes para la salud asociado a los lácteos, al menos en su consumo excesivo e industrializado, es la diabetes insulinodependiente que suele comenzar a temprana edad.
Ya en la década del 90 los investigadores observaron que algunas proteínas de los lácteos estimulan la producción de anticuerpos que destruyen las células pancreáticas productoras de insulina; estos anticuerpos podían estar presentes en niños no diagnosticados de la enfermedad pero en mucho menor medida.
Como lo he señalado tantas veces, los lácteos pueden evitarse sin ningún riesgo y muchos beneficios para la salud. Justamente donde más énfasis deberíamos poner en suprimirlos, o al menos llevar a mínimos ocasionales de consumo, es en los niños.
El Dr. Mark Hyman, autor de The Blood Sugar Solution (La solución al azúcar en la sangre), afirmó:
Normalmente aconsejo a la mayoría de mis pacientes que eviten completamente los productos lácteos … Desde el punto de vista evolutivo, la leche es un alimento extraño para los seres humanos. Hasta hace 10.000 años no domesticamos animales y no logramos beber leche … La mayoría de los seres humanos dejan naturalmente de producir cantidades significativas de lactasa – la enzima necesaria para metabolizar la lactosa, el azúcar en la leche – en algún momento entre las edades de dos y cinco.
Como contrapartida, tenemos organizaciones como la Asociación Americana de Diabetes (American Diabetes Association – ADA) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) afirman que la leche es saludable para diabéticos.
La ADA recomienda consumir diariamente entre dos y tres porciones de leche baja en grasa u otros lácteos derivados como el queso y yogur. Por otra parte el USDA, en la misma línea, recomienda tres tazas al día de leche o derivados para las personas de nueve años de edad o más.
Y así, podríamos enumerar fuentes independientes y oficiales, claramente contradictorias.
Definitivamente, las recomendaciones oficiales son exageradas y una tercera parte del consumo sugerido sería razonable. Mi postura es que cantidades pequeñas de lácteos fermentados o quesos duros podrían llegar a ser aceptables en determinados contextos, siempre y cuando sean de pastoreo, agroecológicos y preferentemente sin pasteurizar y homogeneizar; evitaría los lácteos industrializados en cualquier escenario.
En caso de una diabetes, una enfermedad autoinmune o un cáncer, suprimirlos, al menos un buen tiempo, para desintoxicar y restaurar un funcionamiento óptimo de la inmunidad, definitivamente es una opción muy recomendable.
Tengamos en cuenta que la Diabetes Tipo I es una enfermedad con un fuerte componente autoinmune, y el secreto no pasa por sumar o restar carbohidratos en lo que a lácteos refiere, sino en su capacidad para obstaculizar el funcionamiento inmunológico y/o crear escenarios alérgicos por la lactosa.
Alternativas a los lácteos
¿Una opción saludable a los lácteos y de valor para la prevención de la diabetes o como parte del programa nutricional si ya se la padece? ¡La leche de almendras! Tiene menos calorías, nada de colesterol o grasas saturadas, es una excelente fuente de calcio, vitaminas D y E, ácidos grasos esenciales, enzimas y mucho más.
Ahí les dejo una receta de Leche de Almendras Activadas para niños de hasta ciento siete años de edad:
Ingredientes (1 porción):
Almendras, 20 unidades
Agua fría, 1 vaso
Estevia, 5 gotas o una puntita de polvo de hojas.
Procedimiento:
Lavar las almendras y dejarlas activarse en el agua durante doce horas.
Pelarlas y licuarlas junto a la estevia.
Se puede colar o tomar todo que es más nutritivo.
Tratar de no calentarla mucho porque si no se pierde gran parte de sus nutrientes.
Ten presente que si deseas darle más cremosidad a esta o cualquier leche vegetal, puedes agregarle aceite de coco, lecitina, aceite de sésamo o cualquier otro lípido saludable que enriquezca la preparación.
Con esta técnica, puedes preparar otras variantes basadas en semillas, granos o vegetales con diferentes ingredientes y combinaciones.
Y para que nos motivemos a crear muchas variedades de leches vegetales sanas, nutritivas y deliciosas, te dejo un inspirador vídeo:
Cuestionar los condicionamientos
Con frecuencia, cuando desafío a mis seguidores en Facebook diciéndoles que la DIABETES SE PUEDE CURAR, muchos de los que la padecen reaccionan al primer impulso y me responden textuales como los siguientes:
“Si usted conoce la cura a la diabetes , porque no ha recibido un Nobel ?? Conozco mamas y papas luchando a diario por sus niños , buscando todo tipo de ayuda estaría bueno comenzar a brindarla…”
“La diabetes no se cura hay que tomar los remedio y cuidarse con lo que comemos y lo tenes controlada pero es puro chamuyo que te curas.”
Y alguien remata: “!!!!es verdad no se cura!!!!”
Me apena que sean tantos los que acepten las limitaciones impuestas sin chistar. Me apena que muchos presuman la mentira en lugar de al menos abrirse a la oportunidad de averiguarlo o, mejor aún, de intentarlo sin riesgos para la salud, por el contrario, con beneficios adicionales. Me apena que haya tantos robots programados para comer, defecar, dormir, vacunarse, hacerse la mamografía, tomar las pastillas azules y morir en vida mientras les llega la carroza para que oficialmente los declaren difuntos.
Pero me alegra mucho más saber que hay personas como tú, que has tomado la pastilla roja y estás dispuesto a ver sin prejuicios, aceptar la realidad como es y enfrentar el desafío con tus mejores recursos para que este tránsito sea de puro crecimiento.
El resultado no está garantizado, lo que le da sentido a la vida es ponerse a andar.
Si deseas ponerte a andar, puedes encontrar valiosa información en el libro que escribiéramos junto al chef Pablo Martín: Detené la diabetes(Grijalbo). La diabetes tipo II puede curarse en muchos casos y mejorar siempre, mientras que la diabetes tipo I puede mejorar y gestionarse mucho mejor, sin descartar nunca la esperanza realista de curarla.
¡A propósito! Si te has quedado con ganas de más y deseas aprender el paso a paso con más detalle, Pablo Martín tiene unos cursos muy buenos, que van al grano y están a punto. ¡Y también son gluten free!