
Nombre botánico: Schisandra chinensis (Turcz.) Baill
Castellano: schisandra, esquisandra, magnolia china, planta de los cinco aromas.
Catalán: schizandra.
Francés: schizandre.
Inglés: chinese magnolia vine.
Historia
La schisandra (Schisandra chinensis (Turcz.) Baill) es originaria de China, Corea y el este de Siberia; como recurso medicinal es utilizada para aliviar enfermedades del hígado desde hace al menos mil años en la Medicina Tradicional China.
Su nombre vernáculo es Wu Wei Zi, que significa “el fruto de los cinco sabores”; las bayas de schisandra son de sabor dulce y ácido, pero sus semillas resultan picantes y muy amargas e incluso saladas, y de allí el nombre común que se le asigna en China.
Sun Simiao un renombrado practicante de la medicina tradicional china la llamó “el rey de las plantas medicinales” ya que el consumo de schisandra favorece el equilibrio de los cinco órganos vitales: hígado, pulmón, corazón, riñones y bazo.
Fue redescubierta en Occidente hace muy pocas décadas, tiempo en el cual se han estudiado mucho sus propiedades, confirmando muchas de las atribuidas desde hace milenios y otras de acuerdo a la mirada de la medicina contemporánea.
Propiedades generales
Es una enredadera de tallo leñoso que alcanza hasta unos ocho metros de alto; son sus bayas rojas las que tienen las reconocidas propiedades adaptógenas.
Entre sus principios activos se incluyen lignanos, fitosteroles, vitaminas C y E, entre otros.
Destacamos que aumenta la capacidad de adaptarse a situaciones de estrés, favorece las funciones depurativas del organismo, protege el hígado, es antioxidante y promueve estados de bienestar mental y psicológico.
También es destacable la capacidad que confiere para mejorar la adaptación del organismo a condiciones ambientales severas.
Estrés, cansancio y fatiga
El uso de la schisandra para mejorar la resiliencia al estrés y favorecer un estado general de calma, seguramente es la indicación más frecuente para este fruto adaptógeno en sus distintas presentaciones.
Cuando el estrés ha dejado sus secuelas y se manifiesta con cansancio o burnout, la schisandra también nos ayudará a recobrar la homeostasis cuerpo-mente-alma; su consumo, e idealmente junto con una toma de conciencia que nos permita corregir las causas de esta situación indeseable, será un aliado invaluable para recuperarnos con más eficiencia.
Por su efecto estimulante, algunos investigadores, comparan el efecto de la schisandra con el del café. Sin embargo esta última tiene algunas ventajas en la mayoría de los escenarios, ya que en lugar de excitar e impedir el sueño, nos predispone a una mejor calidad de descanso. Así que puedes utilizarla para tener más energía, ser capaz de afrontar los retos diarios a la vez que aporta propiedades para descansar mejor; un adaptógeno actúa como regulador que favorece nuestra puesta a punto, creando condiciones para una respuesta adecuada en cada escenario vital.
Protección hepática
Investigaciones recientes observaron que los lignanos contenidos en sus semillas (schizandrina y gomisina), favorecen la regeneración hepática dañada por una infección viral -tal como ocurre en la hepatitis vírica-, la incidencia de toxinas o por un consumo excesivo de alcohol; de hecho se recomienda en el tratamiento de hepatitis crónica, cirrosis hepática, alcoholismo y como parte de las terapias para mejorar la funcionalidad del hígado.
En la medicina tradicional china se indica para mantener el equilibrio en los niveles de los distintos fluidos del cuerpo, normalizando el ritmo en la emisión de orina, reduciendo los sudores nocturnos y aumentando la secreción de los fluidos sexuales.
Algunas indicaciones menos conocidas y no tan estudiadas le atribuyen actividad contra las afecciones respiratorias con tos y dificultades para respirar, problemas digestivos con diarrea e incluso como una alternativa natural para mejorar la vista.
Forma de uso
La forma de uso más habitual es en forma de complementos nutricionales.
Entre las opciones para preparados caseros y fórmulas de herbolario, citamos:
- Tisana inmunoestimulante: se prepara con una cucharada de postre rasa de semillas de schisandra por vaso de agua; se lleva a hervor durante 2 minutos y se toma por las mañanas (por la noche podría producir insomnio).
- Tónico estimulante: tomar 3 o 4 semillas y ensalivarlas hasta que se vayan deshaciendo en la boca.
- Infusión vigorizante masculina: decocción breve de 5 gramos de bayas de schisandra –que se habrán mantenido en maceración toda la noche– en un 1/4 de litro de agua; dejar reposar diez minutos y tomar una taza diaria durante cien días -tiempo sugerido por la tradición para apreciar sus efectos-.
- Fresca: donde está disponible, también puede consumirse como un alimento fresco.
Su seguridad a las dosis indicadas está verificada y se puede consumir durante periodos prolongados sin efectos secundarios.
Espero que esta información te sea útil para considerar la incorporación de la schisandra a tu estrategia de salud con plantas medicinales; si este artículo te resultó de interés, te gusta la fItoterapia y te gustaría trabajar como educador en el área, seguramente te interesará nuestro curso Diplomado en Fitoterapia Práctica.
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