
Casi todos hemos leído o escuchado que es conveniente dormir en una habitación bien oscura para que nuestra glándula pineal produzca melatonina y genere su impacto positivo en la calidad del sueño, como antioxidante o como regulador hormonal; sin embargo, lo que aún es muy poco conocido, es que este mecanismo es responsable de tan solo el 5% de la producción total de la melatonina en nuestro organismo. ¿Cómo se produce el otro 95%? ¿Y cuál es su importancia para nuestra salud?
¿Qué son los rayos infrarrojos cercanos?
Los rayos infrarrojos cercanos del sol son una parte del espectro electromagnético que incluye longitudes de onda de luz infrarroja que son emitidas por el sol; estos rayos infrarrojos cercanos son una forma de radiación electromagnética que se encuentra en la región cercana al espectro visible, justo por debajo de la luz roja visible.
A diferencia de los rayos ultravioleta (UV), que tienen longitudes de onda más cortas y, en exceso, pueden ser dañinos para la piel humana, los rayos infrarrojos cercanos generalmente no se consideran perjudiciales; de hecho, algunos estudios sugieren que los rayos infrarrojos cercanos tienen efectos beneficiosos en la salud, como el calentamiento y la relajación de los tejidos, lo que puede ayudar a aliviar la tensión muscular y mejorar la circulación sanguínea.
Los rayos infrarrojos cercanos también se utilizan en diversas aplicaciones médicas y terapéuticas, como la termoterapia, que implica el uso de calor infrarrojo para tratar condiciones como el dolor muscular y la artritis.
Es importante destacar que los rayos infrarrojos cercanos son distintos de los rayos infrarrojos lejanos, que tienen longitudes de onda más largas y que suelen ser emitidos por fuentes artificiales, como dispositivos de calefacción por infrarrojos; los rayos infrarrojos cercanos del sol son una parte natural de la radiación solar y no representan un riesgo significativo para la salud mientras la exposición al sol sea razonable y se eviten las quemaduras relacionadas con un exceso de radiación ultravioleta.
Parte muy importante de sus beneficios para nuestra salud, radica en que, cuando nos exponemos al sol, los rayos infrarrojos cercanos entran al cuerpo y activan la enzima citocromo c oxidasa, la cual estimula la producción de melatonina dentro de las mitocondrias; como ya sabemos desde la escuela, las mitocondrias producen ATP, que es la energía básica de nuestro organismo y, al hacerlo, dejan como residuo especies oxidativas reactivas (ROS), que son responsables del estrés oxidativo.
Si las ROS son muy elevadas, dañarán las mitocondrias y nos expondrán a inflamación, afecciones crónicas como diabetes, obesidad y trombosis (coágulos de sangre) y todos los procesos de envejecimiento. Aunque el envejecimiento es inevitable, por lo menos en función del conocimiento disponible, con una buena estrategia nutricional, podemos mitigar sus efectos negativos mientras disfrutamos por más tiempo los efectos positivos de cuidar mejor nuestra salud.
Una buena producción de melatonina mitocondrial permitirá neutralizar las ROS que dañan las mitocondrias y, para ello, en palabras del Dr. Joseph Mercola, “si tenemos un sueño de calidad y nos exponemos suficiente a los rayos del sol durante el día, las mitocondrias se bañarán en melatonina, lo que reducirá el estrés oxidativo.”
Un punto importante: aunque los complementos de melatonina han demostrado ser muy eficaces por muchas razones, al parecer no llegan a las mitocondrias y tampoco serían especialmente útiles para mitigar el estrés oxidativo en ellas; hasta lo que por ahora sabemos, la exposición razonable al sol parece ser nuestra mejor opción para esta función tan importante.
Melatonina mitocondrial y vitamina D contra el COVID-19 y otras infecciones
¿Sabías que se demostró que la melatonina es esencial para tratar el COVID y sus manifestaciones negativas? Cuando los niveles son adecuados, reduce la incidencia de trombosis, sepsis y mortalidad. ¡Por supuesto, este es un mecanismo universal y aplica a cualquier infección.
Pero no se trata de la melatonina que produce la pineal después de una buena noche de descanso. ¡Eso representa un deseable pero insuficiente 5% de la producción total! Y tampoco de la que ingerimos a través de los complementos, eficaz pero insuficiente. Otra vez, parece que se trata de otra de las razones por las cuales la luz solar es un “fármaco” irreemplazable; ten paciencia, enseguida lo comprenderás.
Por supuesto, otro marcador que se considera, son los niveles de vitamina D, los cuales también se relacionan con la exposición al sol; aunque los mayores niveles de vitamina D se relacionan con menores tasas de morbimortalidad de Covid-19 y otras infecciones, esta relación no es tan contundente cuando el aporte proviene de los complementos. Es decir, tenemos que considerar otros factores implicados, tales como la melatonina, el óxido nítrico y otros conocidos y desconocidos; lo cierto es que la exposición al sol es muy buena para nuestra salud y, aunque los complementos, sin duda, hacen una diferencia positiva, nuestro primer recurso para el bienestar, es un estilo de vida saludable.
Un estudio publicado en 2021, titulado “Ultraviolet A radiation and COVID-19 deaths in the USA with replication studies in England and Italy”, observó que las regiones con mayores niveles de exposición a rayos UVA, tienen menores tasas de mortalidad por Covid-19. Aquí debemos aclarar que la vitamina D se sintetiza en respuesta a la incidencia de los UVB. ¿Entonces? Por lo menos debemos reflexionar en dos aspectos: en primer lugar, probablemente la ciencia no está siendo muy científica cuando nos obsesiona con el temor a los rayos UVA; en segundo lugar, el sol no se reemplaza con ningún complemento.
¿Vas comprendiendo como la naturaleza nos brinda múltiples estímulos simultáneos y no es tan sencillo reemplazarlos con un complemento nutricional? Ahora, nos preguntamos: ¿Qué compuesto importante para nuestra salud se sintetiza a partir de los rayos UVA? Puedes aprender más sobre este tema, con la lectura de ÓXIDO NÍTRICO, uno de los beneficios de la exposición al sol.