
La astaxantina es un potente antioxidante natural que va cobrando importancia y visibilidad en el campo de la nutrición ortomolecular; ha surgido mucha investigación que revela crecientes beneficios de este pigmento natural.
Indicaciones generales
Brinda valiosos beneficios cardiorrespiratorios de gran interés para los deportistas. Un estudio publicado en 2007 por la revista especializada Medicine & Science in Sports & Exercise bajo el título “Effect of Astaxanthin Supplementation on Cardiorespiratory Function in Runners”, sumó pruebas científicas sobre los beneficios de la astaxantina para mejorar la resistencia, reducir la fatiga y acelerar la recuperación después del ejercicio, posiblemente debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
También es beneficiosa para la salud ocular; su capacidad para cruzar la barrera hematoencefálica y la barrera retiniana la hace potencialmente útil para proteger los ojos contra el daño oxidativo y reducir el riesgo de enfermedades oculares relacionadas con la edad.
Por supuesto, por su capacidad para neutralizar los radicales libres, contribuye a proteger las células y los tejidos del daño oxidativo, lo que contribuye a la salud general y a la prevención de diversas enfermedades.
Algunas investigaciones sugieren que la astaxantina puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular al mejorar los perfiles lipídicos, reducir la oxidación del colesterol y promover la salud de los vasos sanguíneos.
Protección adicional de la piel
La astaxantina puede ayudar a mejorar la salud de la piel al reducir los efectos del envejecimiento cutáneo causados por la exposición al sol y otros factores ambientales; también se ha asociado con la mejora de la hidratación y la elasticidad de la piel.
Probablemente sus efectos protectores contra el envejecimiento cutáneo sean uno de los puntos más fuertes de este micronutriente. Un estudio japonés del 2017 titulado “Protective effects of astaxanthin on skin deterioration”, confirmó su eficacia para combatir los efectos de los rayos ultravioleta que envejecen y dañan la piel cuando no es correctamente expuesta.
Cuando la piel se ve expuesta a los rayos ultravioletas (UV) se secretan metaloproteinasas de matriz, unas enzimas que provocan una degradación del colágeno y de las fibras elásticas de la piel; también se generan radicales libres y citocinas inflamatorias. Esto se traduce en la aparición de signos de envejecimiento cutáneo.
La buena noticia es que la astaxantina presenta un alto poder antioxidante tanto para combatir los radicales libres como actividad antiinflamatoria para combatir las citocinas inflamatorias.
Los investigadores japoneses realizaron ensayos in vitro en unos queratinocitos y unos fibroblastos humanos y hallaron que la astaxantina era capaz de suprimir la secreción de citocinas inflamatorias y de metaloproteinasas de matriz ante la exposición a los rayos UVB.
Más tarde, para confirmar los resultados en humanos, realizaron un estudio in vivo con 65 mujeres sanas, divididas en tres grupos:
– un primer grupo, considerado como el grupo de control, que recibió un placebo;
– un segundo grupo que recibió complementos de astaxantina a razón de 6 mg al día;
– un tercer grupo que recibió astaxantina a razón de 12 mg al día.
A los cuatro meses compararon los tres grupos teniendo en cuenta la aparición de arrugas, la hidratación de la piel y los niveles de ciertas citocinas inflamatorias; de forma inversa a lo que ocurrió en el grupo de control, la piel de las mujeres que recibieron complementos de astaxantina no mostró rastros de haber sido afectada por la exposición a los rayos UV.
Y digamos que estos resultados no son simplemente como los de otros antioxidantes que actúan sobre la piel, sino que su potencia antioxidante tiene la capacidad de eliminación de Especies Reactivas de Oxígeno (ROS, en inglés) 6.000 veces la de la vitamina C, 800 veces la de la coenzima Q10, 550 veces la de la vitamina E, 200 veces la de los polifenoles, 150 veces la de las antocianinas y 75 veces la del ácido α-lipoico.
Indicaciones de la astaxantina en la psoriasis
Dicho lo anterior, está claro que su capacidad para proteger a la piel es un aspecto positivo que vuelve deseable su ingesta en casos de psoriasis, escleroderma u otros problemas de piel.
Al respecto, la dermatóloga Elena Martínez, de la Clínica Pilar de Frutos (Madrid), afirma:
“Está comprobado su efecto protector y antiinflamatorio, por lo que podría estar justificado como complemento a los tratamientos médicos y la dieta en patologías en las que la inflamación ocupa un papel principal, como la psoriasis o la rosácea”
Fuentes alimentarias
La astaxantina es un pigmento carotenoide que se encuentra en algunas algas, plantas, y especialmente en ciertos tipos de microorganismos marinos y crustáceos.
Los salmones y las truchas son conocidos por su alto contenido de astaxantina, que obtienen de su dieta, la cual incluye microorganismos que producen este pigmento.
Los crustáceos, como camarones y langostinos, acumulan astaxantina a través de su alimentación y son una fuente natural del pigmento.
El krill, que es una especie de pequeños crustáceos marinos, es otra fuente de astaxantina; el aceite de krill es un suplemento alimenticio que a menudo se toma por su contenido en astaxantina. Para las personas con enfermedades autoinmunes como la psoriasis o la escleroderma, ya que además aporta Omega 3 de fácil asimilación.
La astaxantina se produce principalmente en ciertas algas, y luego se transfiere a través de la cadena alimentaria cuando organismos las consumen estas algas. Algunas de las algas que contienen astaxantina incluyen:
Haematococcus pluvialis: esta es una de las fuentes más importantes de astaxantina, que se acumula en altas concentraciones el alga experimenta condiciones de estrés, como la falta de agua o la exposición a la luz solar intensa.
Chlorella: otra alga verde que puede producir astaxantina en ciertas condiciones; se utiliza habitualmente como complemento nutricional por sus numerosos beneficios.
Estas algas son la base de la cadena alimentaria para muchos organismos marinos, como camarones, cangrejos y peces, que consumen estas algas y acumulan astaxantina en sus tejidos.
Además de los alimentos mencionados, algunos productos de origen animal que se alimentan de fuentes ricas en astaxantina, como huevos de gallinas que consumen dietas enriquecidas con astaxantina, pueden contener pequeñas cantidades de este carotenoide.
Complementos nutricionales
Es importante destacar que, para obtener astaxantina de forma más concentrada, algunas personas optan por suplementos dietéticos de astaxantina derivados de microalgas o de aceite de krill como los mencionados antes; también se puede optar por alguna variedad de complemento concentrado.
Algunos han observado que la estrategia óptima es combinar suplementos orales y una aplicación tópica diaria; en forma externa, cualquier tipo de piel se beneficia con la aplicación de astaxantina; por supuesto, es especialmente beneficiosa en las pieles más claras y vulnerables a los efectos negativos de la exposición al sol.